Happily ever after… what?

Y vivieron felices para toda la vida…

Qué daño nos ha hecho esta frase a toda la humanidad! Cenicienta, La bella durmiente y hasta Shrek, vivieron felices para toda la vida. Menos nosotras las personas de la vida real que, nos divorciamos, nos separamos de nuestras parejas o seguimos en una relación aunque no nos sentimos a gusto.

¿Qué tanto estamos dispuestas a sacrificar para seguir con ese inception de que tiene que ser “felices por siempre”? ¿Es un sacrificio o aceptación de que para eso nacimos? La realidad es que cada quien la vive como puede y no hay bueno ni malo, pero… nos hemos al menos, cuestionado si ¿estoy en una relación porque tiene que ser para toda la vida, no matter what

Desde el inicio de una relación formal, comenzamos con frases de “vamos a estar juntos siempre”, hacemos promesas o pactos, de “te amaré toda la vida”, “mi alma gemela”… y cuando la cosa se complica, todas esas promesas quedan en el olvido; dando paso a resentimientos, dolores y enojos, que cada quien carga por poco o mucho tiempo.. y algunas personas toda la vida, sin poder recomponerse o avanzar, porque siguen pegadas con la traición de ese pacto. 

Cuando logramos aprender algo de esas frases, de repente se nos ocurre decirle a nuestra nueva pareja “te amaré hasta que te deje de amar” o “vamos a estar juntos por todo el tiempo que nos permitamos ser felices”; lo cual cierto, pero CERO romántico (dentro de los preceptos del romanticismo) porque además pareciera que estamos empezando algo que, ya estamos manifestando que va a terminar. (algo así como cuando alguien se casa, hay acuerdo prenupcial y el primer pensamiento es que “ya están pensando en el divorcio”) Y si somos mas realistas y menos románticos, la realidad es que todo termina, porque aunque estemos juntos para siempre, no va a ser así, porque alguna de las dos personas morirá eventualmente. Entonces, ¿cómo se vive el amor romántico, desde una posición diferente? ¿cómo modificamos el significado del romanticismo para vivir el amor en pareja desde un lugar mas sano?

Hay quienes tienen relaciones con otras personas, porque encuentran una conexión que ya se desvaneció con su actual pareja, con quien continúan estando. Otras que (aunque no haya una infidelidad) siguen casadas o en pareja, porque no conciben otra forma de vivir; esa seguridad que les brinda su estilo de vida, es más importante que cualquier otra cosa, inclusive su felicidad. ¿Por qué le tenemos tanto miedo a lo desconocido? Si no me estoy sintiendo cómoda en mi relación actual, ¿por qué no la termino? ¿hice un compromiso y no hay nada que pueda hacer? 

Es dificilísimo desaprenderse de ese espacio seguro, donde tengo una familia o relación estable, donde he puesto mis sueños y anhelos, mi alma y corazón, donde me comprometí a estar para siempre. Los miedo nos consumen: ¿qué hago con mi vida ahora? ¿con quién voy a ir a pasear? ¿con quién voy a hablar intimidades? ¿ya no vamos a reírnos de nuestros chistes internos ni dormir sin preocuparnos porque la otra persona oiga mis ronquidos? (u otros sonidos y gases expelidos durante la noche… o el día), y una re importante: ya no voy a tener con quien ser vulnerable en mis momentos de angustia o dolor. 

Creanme, he estado ahí; he decidido terminar relaciones de muchos años y en otras ocaciones, mi pareja ha sido quien tomó la decisión. El proceso de duelo es de las cosas mas feas, pero todo pasa… con el tiempo dejamos de llorar, de sentirnos culpables y empezamos a ver que la vida tiene mil otras cosas por donde caminar y sentir mas plenitud. 

Consejo no pedido: la terapia es nuestra mejor amiga en esos momentos 🙂

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