Las mil y una noches de las disculpas

 

Aceptar que hicimos algo mal y que para solucionarlo o sentirnos mejor, debemos hablar, no es fácil ni nos gusta; además no siempre vamos a obtener la respuesta que queremos.

Mae disculpame por haberte hecho eso.

-¿Qué me hiciste?

-Di, eso de que desaparecí sin decir nada.

-si, HDTPM. Me sentí super mal cuando de repente me….

-Pero vení, dame un abrazo, ya dejemos el pasado atrás. Yo no vine aquí a pelear, sino en son de paz.

En ese momento sabía que tenía que huir, pero había “ese algo” que hizo que me quedara. 

-Perdón. Ya no lo vuelvo a hacer. Entiendo como te hizo sentir. Vení y te invito a mi casa y hablamos.

¿Quieren saber que pasó después? Lo volvió a hacer 🙂

El hecho de que el párrafo termine en “venga a mi casa”, quiere decir que eso es lo importante… y no lo del “perdón”. Además, si ven como está redactada esa frase, verán que no es genuina. No lo digo yo, lo dice la ciencia.

Estuve pensando en lo que te dije y no estuvo bien. Me di cuenta al instante, pero ya la había cagado y no sabía qué hacer después para remediarlo.

-¿Por qué lo hiciste?

-Estuvo re mal, la verdad. Saqué de contexto las cosas y me hice un enredo mental. No había razón para hacerlo, me paralicé, me asusté y no supe como reaccionar.

Aquí tenemos que ser más estratégicas, porque hay dos opciones:

  1. Que esté siendo honesto y sincero. Porque está asumiendo el error, está explicando lo que pasó y por qué lo hizo.
  2. Que sea una persona muy astuta, capaz de “aceptar” su error con alguna finalidad.

– Si, no entendí qué fue lo que pasó; no pudiste hablar ni me diste el espacio para hacerlo, o bueno, no nos dimos ese espacio.

-bueno es que usted estaba bien enojada, diciéndome un montón de cosas…

-Obvio… qué esperabas? 

-Si, yo se. Por eso quería que ahora, que ha pasado un tiempo, podamos conversarlo y disculparme. 

Hablamos un rato más de lo sucedido, pero la realidad es que el hecho de que se haya disculpado de esa forma, me dejó fría, con la guardia abajo. Creo que nunca había escuchado una disculpa tan genuina; creo que yo tampoco me he disculpado así con alguien!

Admito que confío mucho en la gente, tengo amistades que me han dicho bruta, tonta, etc., muchas veces me he creído cosas y resulta que “amiga, ahí no era”. Pero también creo fielmente que el confiar, es una de las cosas más lindas que tengo.

No me imagino mi vida pensando siempre mal de la gente, creyendo que todas las personas van a hacer algo para joderme. Hasta quienes me han jodido (que son varios) sé que tienen su lado bueno, y que diay, por las razones que sean, decidieron mentir o hacer algo mal.

También creo que todos merecemos una segunda oportunidad, solo que en este caso, yo ya no estaba en el mismo “mood”. Así que no funcionó para seguir en la relación, pero sí para hacer la paces.

Tenés razón, por más que diga lo que sea, solo serán excusas.

-Pero bueno, al grano: mañana llego y además compré algo que va a ayudar a tener todo a tiempo. La llamo luego.

-Ok, quedo al pendiente

-Vieras como he estado, mi salud, el estrés, ya no se que hacer. 

Ahí siguió contándome sus penas, que son muy válidas, no lo pongo en duda. Pero y yo? Y lo que estamos construyendo juntos? 

No se habló más del tema y fue cuando supe que nos metimos en un bucle del que la única que puede decir “basta”, soy yo; porque tengo las herramientas para hacerlo. El asunto es si quiero hacerlo… Este tema me movió más de lo hubiese querido, pero eso es tema de otra historia.

Perdón. Me siento super mal por lo que pasó. No se ni qué decir, pero quiero arreglar las cosas, quiero que volvamos a tener lo de antes

-Cómo vamos a volver a lo de antes, si precisamente ahí fue donde sucedió todo?

-Si pero nos queremos, eso es lo importante; ahora luchemos por seguir juntos!

-De dónde sacas que yo te quiero? Como te voy a querer si fuiste infiel?

-Estas dolida, pero sé que muy dentro, todavía me querés.

No pues! Exclamó el egocentrista HDSPM! 

La infidelidad es todo un tema, hay mucho que resolver internamente y de la relación; pero que me diga que sabe lo que siento, sin ni siquiera preguntarlo…. NO, amigo, así no es la cosa!

Perdón, estuvo mal lo que hice, pero es que vos me dijiste una cosa e hiciste otra

-Ok si, dije que ya me iba para la casa, pero me encontré a mis amigos y me quedé un rato más… qué tiene eso de malo?

-Nada, solo que me sentí engañado

-Pero al otro día te lo conté, no fue como que te lo escondí!

-Por qué no me escribiste en la noche para avisarme?

-Por que no pensé que fuera a quedarme tanto. 

No voy a poner toda la conversación porque hasta aburre. No llegamos a ningún lado. Él pidió perdón, pero en realidad lo que quería era otra cosa: controlarme, que no saliera sin él y sobre todo que yo no tuviera una vida fuera de nuestra relación.

Estamos tan acostumbrados a pedir perdón por lo que sea, que aveces lo hacemos en automático. Nadie nos enseña a hacerlo de forma genuina, empática y diciendo lo que realmente queremos decir. Por lo general, lo hacemos para salir del paso, liberarnos de la carga que la metida de pata significa y listo, next! 

Creo que tenemos que hacernos un protocolo de detección de perdones; cuáles van a ser mis preguntas y cuáles deberían ser las respuestas. Pero también, agarrar para nuestro saco y aprender cómo disculparnos, cuál es la real intención de hacerlo y para qué. 

También están quienes ni se disculpan, solo llegan como si nada hubiera pasado, con una sonrisa en su cara y hasta con regalos. 

Date cuenta, si no hay apertura al diálogo… ahí no es!

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