Capítulo 2: Cuando nos comunicamos bien…

Pasó el tiempo, tuve a mi hijo y una vida relativamente normal con mi pareja. Mi mamá murió de causas naturales y sentí que dejamos muchas cosas inconclusas. Luego de hablar con una amiga, me recomienda una medium, de esas que hablan con los muertos, ¡si! 

Gracias a esa conversación, pude sanar muchas cosas con mi madre. 

Soñé con Allan; ya habían pasado unos siete años desde su muerte, y aquí estaba yo, soñando con aquel hombre. Hacía unos días, se me había perdido un dije, mi favorito, tenía a los siete arcángeles, siempre lo andaba, pero me lo tuve que quitar porque me estaba generando alergia y ahí desapareció. Días después, en mi sueño, Allan aparece en una calle oscura; nunca pude ver su cara, pero sabía que era él; venia atrás mío.

-Vida hermosa (así me decía siempre) siempre te estoy cuidando, eres lo más valioso que he tenido y siempre quise protegerte. ¡Aquí tengo tu dije!

-¡Mi dije! ¿Qué haces tu con él? 

-Me da paz. Yo lo tengo, no lo perdiste

-Ok y yo pensando que lo había perdido. ¡gracias!

Me desperté con una sensación extraña e impactada por lo del dije, así que me fui a buscar la medium de nuevo!

-Lau, lo primero que tienes que saber es que él está en un lugar de oscuridad y es horrible. Ya estoy haciendo contacto con él.

-Vida hermosa, ¿Qué haces aquí? No pensé que quisieras hablar conmigo.

-Pues no se, te soñé; quería saber como estabas

-Claro, yo tengo tu dije, te fui a buscar en sueños para que no te preocuparas más. Se que es importante para ti, pero como te dije, me da paz. 

-¿cómo te puedo ayudar?

-Yo no merezco ayuda. No merezco que tu hagas nada por mi, porque además no va a funcionar. 

-Te puedo poner una vela, pagar una misa, ¡algo!

-No, tu no sabes quien soy. Yo secuestraba gente, me pagaban los secuestro e igualmente maté a algunas personas. Una vez secuestré a una niña del colegio, que tenía toda la vida por delante y la maté. Otra vez tenía captivos a una madre y su hijo; dejé que ella se fuera y a los días, el niño murió y lo tuvimos que enterrar en el patio de una casa.

¿te acuerdas ese día que ibas por la calle con tu amiga y me viste? La persona con la que estaba, era mi compañero de secuestros. Cuando te vio, me preguntó que quién eras, que si tenías dinero; por eso saqué el arma y le dije: si la tocas te mato. No es nadie, pero no te puedes acercar a ella. Estuviste en riesgo, pero yo jamás iba a permitir que lo que yo era, te afectara y te causara problemas. 

Con todo esto que te acabo de decir, ¿crees que merezco que me ayuden? Fui muy malo. 

Cuando morí, llegué a una especie de ¨sala de espera¨, donde había una ventana que daba a un jardin hermoso; ahi estaba corriendo el niño que te menciono. El me vio, no dijo nada, y siguió jugando. Luego pasó la niña del colegio; me insultó y reclamó diciendo que por qué la había matado. Solo pude contestarle que no sabía por qué lo hacía.

Para que yo pueda pasar a la luz y salir de este lugar de oscuridad, tengo que sentirme merecedor de dar ese paso; además las almas a las que le hice daño, tienen que poder perdonarme. Esta chica (con toda la razón) me dijo que nunca iba a perdonarme. 

Te repito, con todo esto, ¿crees que merezco tu ayuda?

-Es que no te puedo juzgar. El hombre que tu me presentaste fue amable, maravilloso; yo no conocí a la persona que me estas diciendo. Solo te quiero ayudar. 

-Te lo estoy contando para que te des cuenta quien era y que no merezco nada. Siempre voy a cuidar de ti y mi hijo.

-El que tuviste con tu esposa?

-No, el nuestro. Cuando morí, pude verte y supe que estabas embarazada.

-Luis no es tu hijo. Yo me embaracé después; a ti te mataron en mayo, yo quedé embarazada en junio.

-Yo voy a seguir aquí, cuidándote, tu no puedes hacer nada por mi. Dios no juzga, pero el alma sabe lo que hizo y por eso no va a la luz; no hay nada que se pueda hacer. 

Ese día salí de la cita con la medium con el corazón arrugado, pero en paz por haber tenido esa conversación. Entendí, lo entendí y desde entonces, cada día de muertos, le pongo agua y luz, aunque no sirva de mucho, talvez en algo ayude. El dije nunca volvió a aparecer.

Contar esta historia es honrarlo. El me enseñó que incluso las peores personas, tienen una parte buena. Es un tema muy delicado, aún esas personas tienen sentimientos, aman, respetan, por más raro que suene. Es la dualidad de la vida en su máximo esplendor. No lo justifico, pero comprendo. Su alma decidirá el camino que va a tomar en sus siguientes tiempos.

De mi lado, tuve que hacer un par de limpias energéticas y eliminación de lazos tóxicos. En una de esas meditaciones, apareció y me dijo que estaba listo para dejarme ir, que me amaba profundamente, pero que era el momento. Tal parece que quien cortó el lazo tóxico conmigo, fue él. Desde entonces me siento mas ligera, en paz.  

 

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