Ironic. Alanis Morissette.
Hoy ha sido un día de mierda. Estoy harta de que no se me quite esta ansiedad, que me hace pensar tanto. No duermo, no me concentro, quiero todo y no quiero nada. Esa es mi mente en este momento, agotada. Han pasado meses, y sigo mal. Ya estamos en diciembre.
El otro día hablando con mi fútbol partner in crime me dijo: pero es que tenés años así. Y eso me llegó a lo más profundo. ¡Tenía razón!
Tras de eso, hace unos días, metí las patotas, nivel Dios…
Ese día en especial estaba super triste, de cabanga y por lo tanto extremadamente vulnerable, así que sucumbí. En la mente solo tengo partes de lo que sucedió, porque como siempre, mi memoria selectiva se encarga de que no recuerde nada, nunca. Esto hizo que se disparara aún más la ansiedad, volviéndome absolutamente loca. Me he culpado tanto, pensando en lo que pude haber dicho o hecho que no me acuerdo y en qué tanto las cosas podrían cambiar a partir de este suceso. Pensamientos van y vienen, cada vez más catastróficos.
Ahora leí una frase que decía algo como ¨dejar de juzgarte por lo que sos, y empezar a amarte por lo que sos¨.
y dije, ¿y qué tal si en vez de estar harta de mi ansiedad, veo lo chiva que es?
Ahora todos dicen que hay que vivir el aquí y el ahora, ni el pasado ni el futuro. El problema es estar divagando en lo que puede pasar, en esos anhelos que se vuelven casi fantasías, que no sabes si van a suceder o no, ni cuándo. Eso no te deja pensar bien, respirar y disfrutar el presente.
Entonces, ¿Cómo abrazo mi ansiedad? ¿Cómo me rio de ella? ¿O con ella? Esta es la que soy ahora, ansiosa, y paso castigándome por serlo.
¿Qué me trae de positivo la ansiedad?
Vulnerabilidad. He tenido que aprender a decir cómo me siento, a contarle a gente, que antes probablemente no lo hubiera hecho, de mi condición.
Me he dado cuenta que al decirlo, no pasa nada grave, que la gente me sigue queriendo igual, entendiendo y apreciando.
O sea… ¡Gracias ansiedad! ¡Me hiciste aprender a ser vulnerable y expresar mis sentimientos!
He aprendido que no soy la única que piensa así, que somos muchos los que tenemos la mente a mil, y eso me ha enseñado a tener empatía con los que viven situaciones emocionales complicadas.
¡Gracias ansiedad! ¡Gracias a vos soy más empática!
He estado aprendiendo que no tengo que ser perfecta. Que no tengo que caerle bien a todos para que me quieran. Voy poco a poco con este punto… ¡cuesta!
¡Gracias ansiedad! ¡Gracias a vos soy menos perfeccionista!
He descubierto que he sido ansiosa toda mi vida, que no lo había identificado antes. Saberlo hace que me impresione todo lo que he vivido sin decirle esto a nadie. Pero me alegra haberme dado cuenta y así poder sanarlo.
¡Gracias ansiedad! ¡Gracias a vos me conozco un poco más!
Estas palabras de agradecimiento, me generan sentimientos encontrados: mi angelito dice que está super bien, que busque el ¨bright side¨ de las cosas, y por otro está mi diablito, diciendo ¨ ¿es en serio? ¿Cómo vas a darle las gracias a algo que te ha hecho sentir mal? ¨
En este momento no se cual me cae peor, si el angelito o el diablito. Pero así es esto. Estoy agradecida de conocerme, de reconocerme, pero al mismo tiempo, me enoja seguir atascada en esos pensamientos que ¨se niegan a abandonar este cuerpo¨. (léase como si fuera el meme)
Tengo miedo de que me pase el evento desafortunado de diciembre 2019, y verme obligada a volver a la medicación. Lucho por todos los medios que no suceda, pero siguen pasando los días, semanas y meses y la cosa no mejora.
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